martes, 26 de mayo de 2009

El hielo de la soledad

Mi corazón se siente triste,

solitario, vagabundo en la fría noche.

Espera que comience a latir,

que el pálpito de nuevo,

traiga su melodía,

que con una fiesta resurja como el ave Fenix,

que el aire penetre por mis pulmones

y se transporte a todos

y cada uno de los rincones de mi nuevo cuerpo.

Renacer por dentro y por fuera.

Regresar a mi infancia,

jugar con las palomas en el parque,

nadar en los lagos,

en las tardes de verano,

subir a la colina,

llegar a la cima casi casi sin aire,

sentirse viva como al principio.

Volver hacia atrás por una última vez,

vivir de nuevo y para siempre.

lunes, 25 de mayo de 2009

Noctámbula

Compartimos la cama después del revolcón.

TÚ mirabas hacia el lado

donde en alguna religión se reza,

YO simplemente miraba hacia el techo

igual que durante el acto,

musitando esas cancioncillas pegadizas

que quisieras que nunca hubiesen sido escritas,

pero lo cierto es que se escribieron,

y lo triste es que las recuerdes.

Una vida aburrida,

buscando las mariposas por noctámbulos bares,

desperdiciando mi cordura

entre gotas de algún vodka barato,

Conversando con gente con demasiado pudor,

para que sus vidas me resultasen interesantes,

y mientras, yo analizando la mía.

Absurda, recuerdo mi infancia.

fría, solitaria y con demasiado olor a talco.

Vomito la noche al llegar al hogar,

Cama vacía, corazón vacío y otro día más,

para actuar con este papel que nunca debí aceptar.